jueves, 20 de marzo de 2014

Intervención del Pastor Alexis Romero en la Conferencia de Paz 28 Febrero 2014



Pastor Alexis Romero: 

Dios les bendiga en esta noche. Que la gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sea sobre todos nosotros. Como hemos escuchado muy deportivamente en los últimos días que la solución del país es a través de una guerra civil o a través de una intervención extranjera, ayer mi hijo mayor me dijo “Papá ¿podrías escribir algo y ponerlo en el Facebook?”. Y yo quisiera leerles aquí rápidamente algunas estadísticas importantes para que nos llamen a la reflexión. Santiago dice en el Capítulo IV, versículos I y II lo siguiente: “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre nosotros, no es de nuestras pasiones las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis y no tenéis, matáis y hartáis de envidia”. 

Preciso ante nada el verdadero origen de las guerras y los conflictos entre los seres humanos de cualquier época o raza. Generalmente los especialistas subrayan los factores políticos, económicos, sociales, religiosos, etc., como las principales causas del mal. No obstante, a la luz del texto bíblico citado estas causas se convierten en efectos ya que la causa o causas principales de nuestros conflictos no son otras que las pasiones, la codicia y la envidia ¿Qué se entiende por pasión? Este término tiene dos definiciones antagónicas. La primera de ellas es benevolente, la segunda es malevolente. La primera definición es afición vehemente hacia algo. La segunda definición, malevolente, es el fanatismo y obsesión que provoca que un individuo se deje arrastrar a hacer cosas que no desea en pos de un objetivo. 

Claro está que el texto bíblico apunta a la segunda definición y añade dos elementos más a la carga explosiva: la codicia y al envidia. Cuando este tipo de pasiones se apodera de las mayorías en una nación las consecuencias son nefastas. La situación que estamos viviendo en Venezuela ni remotamente está en los niveles de un fanatismo colectivo, gracias a Dios. La sindéresis está prevaleciendo en las mentes de la gran mayoría, sin embargo se oyen comentarios precisamente de lo que decía en la introducción, sobre la solución guerra civil o intervención. 

Y aquí algunas cifras. Guerra civil. El primero de ellos es la tan cacareada guerra civil. Se entiende por guerra civil como los conflictos de enfrentamientos que se dan entre miembros de una misma sociedad. Es llamada también guerra fratricida o guerra entre hermanos de una misma nación o república. Para muestra varios botones. El Siglo XX es considerado como el siglo de las peores guerras. Desde 1914 a 1992, 78 años exactamente, murieron entre civiles y militares nada más y nada menos que 80 millones de personas. 

En lo concerniente a las guerras civiles específicamente tenemos las siguientes estadísticas para no citar las fechas y así ahorrar tiempo: Camboya, 2.500.000. Angola, 1.000.000 de muertos. Afganistán, 1.000.000 de muertos. Mozambique, 850.000 muertos. Guatemala, 150.000 muertos. Y específicamente en la Guerra Civil Española de 1936 a 1939 que también fue la antesala de la II Guerra Mundial, el parte de guerra es impresionante. Muertos en combate, 95.000. Civiles muertos por bombardeos aéreos y artilleros, 10.000. Registros civiles consultados, 50.000. Total muertos imputados directamente a la Guerra Civil, 201.300. Asesinatos durante y después de la Guerra Civil, por un lado, por un bando, 98.000, por el otro bando 45.000. Total asesinatos en ambos bandos, 143.000 muertos. Otras muertes. Muertos por hambre y enfermedad tras la guerra, 120.000. Muertos en prisión por hambre y enfermedades, 50.000. Muertos en el exilio, 20.000. Total muertes, 190.000. Total muertos todas las causas 534.000. 

Intervención extranjera, el segundo comentario que algunos ven como otra opción para alcanzar la paz en Venezuela es que los Estados Unidos nos invadan. Para muestra dos botones. La intervención en Vietnam, el coste de vidas para los Estados Unidos fue de 58.000 muertos, 300.000 heridos y 1.874 desaparecidos. Además del costo económico que osciló en 300 millones de dólares, fueron lanzados 8 millones de bombas, aproximadamente 120.000 toneladas de bombas. Para Vietnam el coste de vidas fue astronómico y catastrófico. Murieron 1.000.000 de soldados y 2.5 millones de civiles. Irak, las cifras de esta intervención son igualmente espeluznantes. Por el lado iraquí 4.5 millones de desplazados, 1.2 millones de viudas, 5 millones de huérfanos, alrededor de 900.000 muertos en combate, menos del 40% de los hogares tienen acceso al agua potable y más del 70% de los niños no pueden ir a la escuela. Por último tenemos el lado norteamericano. El coste de vida para ellos, 4.000 muertos en batalla aunado al costo económico que según la Universidad Brown de Rhode Island fue de 1.7 billones de dólares y que sumados al dinero que ha costado la asistencia médica y psicológica de los soldados afectados, los jubilados y las compensaciones arroja un desastroso balance de 490.000 millones de dólares. 

Evidentemente estas cifras espeluznantes, catastróficas, apocalípticas, donde la sangre de tantos inocentes ha corrido como un rio caudaloso, nos deben llamar a la reflexión para ni siquiera mentar estas alternativas infernales como posibles salidas a nuestros problemas. 

Ruego diariamente al Dios de nuestros libertadores, al único y verdadero Dios, que no permita jamás que el acuerdo de paz y de concordia entre los venezolanos sea firmado por las viudas y los huérfanos sobrevivientes, sobre las tumbas de una generación que no quiso entender que el diálogo y el respeto era el único camino al entendimiento y a la paz. 

(Aplausos)

El único camino, apego a la Constitución y a las leyes. Nuestra Constitución consagra la pluralidad política y los Derechos Humanos fundamentales entre otras cosas. Allí están plasmadas de manera clara y diáfana las reglas de convivencia, los deberes y los derechos de todos los venezolanos y extranjeros que escogieron nuestra Nación como su segunda Patria. 

Y quiero destacar en este momento las palabras dichas por un alcalde de la oposición, por Gerardo Blyde, político y Abogado, actual Alcalde del Municipio Baruta de la Gran Caracas en reunión efectuada el 18 de diciembre de 2013 en el Palacio de Miraflores con todos los alcaldes recién electos convocada por el Presidente de la República. El dijo, y cito: “La Constitución Nacional, ustedes -Gobierno-, la defendieron y buscaron que el pueblo la aprobara y el pueblo la aprobó. Luego buscaron reformarla y otros nos opusimos a esa reforma. Y fue allí cuando la Constitución fue reafirmada porque fue aceptada por ustedes y por nosotros. Cuando quisieron reformarla la gente dijo entonces “NO hay reforma” y ahí fue cuando la Constitución cuajó. Ese pacto social del que hablabas, Nicolás, cuajó”, dijo él, “porque ustedes Gobierno la crearon y nosotros oposición después la defendimos para que no fuera reformada y ahí fue cuando la Constitución se hizo de todos como pacto social. Defendámosla todos como pacto social”. Recuerdo a alguien famoso que dijo “Dentro de ella todo y fuera de ella nada”. 

Finalmente quiero concluir con las palabras de Martin Luther King una vez más: “O vivimos todos juntos como hermanos o pereceremos todos como juntos como idiotas”. 

(Aplausos)

“Bienaventurados los pacificadores”, dijo Jesús “porque ellos serán llamados Hijos de Dios”. Presidente, cuente con la Iglesia Evangélica, con el Consejo Pastoral Evangélico de la Fuerza Armada. Nosotros somos pacíficos de naturaleza. Tanto que cuando un evangélico se sale de los carriles dicen “Y eso que eres evangélico”. Ja, ja, ja. Dios los bendiga a todos y bendiciones.


Reflexionemos las palabras del Pastor Alexis Romero y oremos a Dios padre para que en Venezuela logremos concertar la Paz por todos anhelada .

Honys Torres

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