En estos momentos que vemos a Artista manifestándose de un lado y otro de los polos políticos venezolanos, me pregunto: ¿Qué mueve a estas personas hacer declaraciones públicas que podría traerles consecuencias negativas ante los que no comparten su opinión?
Y entonces comienzo a analizarme como Artista y a cuestionarme si soy valiente o no para sostener una posición cómoda de simpatía o incomoda de antipatía frente a los que no piensan igual que yo.
Es imposible ser monedita de oro para caerle bien a todo el mundo, lo que es peor aún es mantenerse indiferente ante la injusticia y la violencia desbordada en los últimos días.
Expresarse no debe ser motivo de discriminación, por el contrario, es un acto admirable, pues las personas que lo han hecho, de un bando o del otro, a mi parecer deben de tener mucho valor y convicción de sus creencias.
Además el R E S P E T O debe imperar en la vida de toda sociedad, así mismo, se consolida ese pacto social llamado constitución nacional, que garantiza el derecho a expresarnos libremente.
El que no puede respetar a otro, no puede exigir respeto, el ejemplo de nuestras acciones afirman nuestras palabras, este debe ser el principio de la concertación de Paz por todos anhelada.
Felicito a todos aquellos que se expresan sinceramente desde sus convicciones y no tienen miedo de hacerlo, pues ellos nos demuestran que son capaces de defender sus creencias sin importarles las consecuencias que esto pueda traerles.
Roguemos todos juntos a Dios desde sus diferentes convicciones que encontremos puntos de acuerdo que nos permitan volver a tener un país unido y respetuoso de las diferencias.
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